sábado, 9 de abril de 2011

ROMANTICISMO: Goya ,Delacroix, Friedrich, Gericoult

El Romanticismo surge a principio del siglo XIX. La temática de de este movimiento era pintar paisajes , animales salvajes y domésticos, pinturas costumbristas , la magia y la superstición.
El Romanticismo favorecía la supremacía del sentimiento, la tendencia nacionalista , el liberalismo , la originalidad y la creatividad frente a lo tradicional y la imitación. La figura pretende ser realista; los romanticistas no evitaban mostrar el sufrimiento , la deformidad y la muerte; También predomino el oleo , se desarrollo la acuarela , el dibujo y el grabado.


Francisco Goya
Francisco de Goya y Lucientes nació el 30 de marzo de 1746 en Fuendetodos, un pueblecito de la provincia de Zaragoza. Se formó en el taller de José Luzán y posteriormente viajó a Roma, donde estudió el barroco italiano. De regreso a Zaragoza realizó sus pinturas murales del Pilar.
El casamiento con la hermana de Bayeu le facilitó la instalación en la corte, donde trabajo bajo la dirección de MENGS, en la elaboración de los cartones para tapices.Francisco de Goya se limitó casi en exclusiva a pintar escenas costumbristas hasta la edad de 40 años, época en la que es difícil prever el singular maestro de las etapas posteriores.
Francisco de Goya fue un protegido de la Duquesa de Osuna lo que le permite convertirse en el año 1785 en pintor del rey Carlos III, y en 1799 en el pintor de camara del rey Carlos IV.
La proximidad de la familia real le convierte en el retratista de moda de la aristocracia de la época.
Hacia 1790, Francisco de Goya, padeció una enfermedad que le dejó sordo. Según todos los estudios esta dolencia tuvo un gran influjo en la obra posterior de Goya. El dolor personal propicia una auténtica metamorfosis en su personalidad artística; en otro momento posterior fue el dolor colectivo el que terminó de dar una nueva dimensión a la obra de Goya. La sordera le inclinó a aislarse, dejó de ver la sociedad desde un ángulo positivo y comenzó a verla desde un ángulo negativo de los convencionalismos. En esta época pintó las primeras obras conocidas como "Caprichos". Obras concebidas como una libre divagación de un mundo sin sentido y que de ninguna forma podían estar destinadas a su antigua clientela. Al mismo tiempo continuó cumpliendo sus encargos de retratista. En 1800 pintó " La familia de Carlos IV".
A partir de 1808 la guerra de la independencia va a suponer para Goya una experiencia dolorosa que va a intensificar su veta pesimista y crítica.
Las escenas del 2 de mayo y la serie de grabados de los desastres señalan cotas pocas veces alcanzadas en la expresión del dolor de un pueblo y de la degradación de los sentimientos. Tras la guerra, Fernando VII, le repone en su puesto de pintor de cámara a pesar de haber sido retratista de José I (hermano de Napoleón).
A pesar de haber sido repuesto como pintor de cámara por el rey Fernando VII, Goya se aísla del trato mundano ya que deplora, como liberal convencido, los excesos del absolutismo. Es en esta época cuando Goya pinta sus pinturas negras.En 1823 Goya decidió abandonar España como consecuencia de la represión absolutista y se instaló en Burdeos donde murió en 1828.
La relación del artista con la sociedad se evidencia con trazos muy claros en el caso de Francisco de Goya. El pintor dotado de un vitalismo optimista cuando pintaba los cartones para tapices, en su primera época, desaparece con la sordera y de una manera más definitiva con la guerra para dar paso a un artista más amargamente crítico y cuya fantasía crea un mundo alucinante de brujas y monstruos. Si se tratase de obra anónima sin ningún género de duda se atribuiría a dos pintores diferentes.
Desde el punto de vista social su experiencia no puede ser más completa. Provenía de una familia artesanal lugareña, se codeó con la aristocracia de la corte e incluso con la familia real, pero por talante se convirtió en amigo y contertúlio de los intelectuales reformistas.
Goya representó seis estilos diferentes en sus obras: costumbristas, retratos, pinturas religiosas, temas patrióticos, pinturas negras, grabados y dibujos .
Costumbristas:
Destacan sobre todo los cartones para tapices, se ve reflejada la vida de Madrid en ferias, romerías, y juegos. . . . En las composiciones luce la gracia del rococó , aunque tome sus elementos de luz y paisajes de los maestros barrocos españoles. En esta serie destaca "La pradera de San Isidro" pequeño cuadro en el que introdujo centenares de figuras y docenas de grupos.-
Retratos:
Es el género en el que Goya tuvo una actividad más constante como consecuencia de la exigencia de su clientela. No se limitó a pintar los rasgos físicos, sino que mostraba la simpatía o antipatía que le inspiraba el personaje. Son numerosos los retratos de la familia real de Carlos IV. Entre los retratos masculinos destacan el de "Jovellanos" y el del "Conde de Fernan Nuñez", y entre los retratos femeninos, por los que mostró una especial predilección están " La maja desnuda" y "La maja vestida", también encontramos entre este tipo de retratos a la "Condesa de Chinchón". Los retratos de niños como los que aparecen en "la familia Osorio", muestran el carácter de Goya.
La pintura religiosa:
Goya no destacó como pintor religioso, incluso los frescos de "San Antonio de la Florida" se concibe como escenas populares. no obstante pintó temas como el dramático "Prendimiento de la Catedral de Toledo" y "La última comunión de San José de Calasanz".
Pintura de tema patriótico:
Destacan entre este tipo de cuadros, y que representan el inicio de la Guerra de la Independencia, las dos gigantescas composiciones del Museo del Prado. En ellas se representan auténticas epopeyas de movimiento y dolor: "La carga de los mamelucos" en la Puerta del Sol, "el 2 de mayo" y " Los fusilamientos del tres de mayo".
Pinturas negras:
El negro fue descubierto por Goya en sus últimos temas costumbristas. El oscurecimiento de tonos le servia para crear una atmósfera en los cuadros de crítica social, siendo representativo de esta serie "El coloso".
Grabados y dibujos:
Como grabador Goya se inspiró en Durero y Rembrant. Todas las posibilidades de expresión en los rostros o de la luz en las atmósferas se consiguen con las manchas negras y los rayados. En "Los caprichos" nos encontramos un mundo similar al representado en las pinturas negras, aunque también se representa el sufrimiento por los excesos provocados por una contienda en "Los desastres de la guerra", o la fuerza y el movimiento de la serie de estampas de la tauromaquia.


La Vendimia:

La vendimia o El otoño
Francisco de Goya, 1786-1787
Óleo sobre lienzo • Rococó
275 cm × 190 cm
Museo del Prado, Madrid, España
La vendimia o El otoño es un cuadro de Francisco de Goya conservado en el Museo del Prado y que forma parte de la serie de cartones para tapices que representaban las estaciones.
Corresponde a una serie de cartones que Goya pintó para los tapices que irían destinados al comedor del Príncipe del palacio de El Pardo en Madrid. Formó parte de un conjunto sobre las cuatro estaciones, tema típico del rococó, compuesto por Las floreras o la primavera, La nevada, La era o el verano y éste de La vendimia o el otoño en que se sirve de las uvas como símbolo de esta estación. Los cuatro se encuentran en el Museo del Prado. Se colocó en el centro de la pared y a sus lados se colgaron Pastor tocando la dulzaina y Cazador junto a una fuente.Goya trabajó para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara desde 1775 hasta 1792. Los tapices se hacían con seda, e hilos de plata y oro, lo que hacía de ellos un objeto caro, asequible sólo para la nobleza.
El paisaje parece sacado de los campos de La Rioja (España) en que se suceden escenas de recolección como ésta. El acontecimiento principal se detiene en los personajes que están en primer plano, que, cosa rara en Goya, no son gente del pueblo. En primer término hay un pretil a modo de cercado y sobre él están sentados un caballero y una dama. El caballero ofrece a la mujer un racimo de uvas que ella acepta y el niño que está de espaldas y de pie alza sus brazos como si también quisiera cogerlas. En el vértice del triángulo hay una vendimiadora con un cesto lleno de racimos a la cabeza; está en actitud de espera, por si quieren coger más uvas. La cesta que lleva esta mujer está pintada como un auténtico bodegón, género tradicional en la pintura española.1 Más allá del pretil y en el paisaje de viña puede verse a dos vendimiadores en pleno trabajo y a lo lejos se levanta una abrupta montaña y un cielo con nubes. El colorido es luminoso y hay un predominio de tonos delicados. A pesar de la pincelada rápida de Goya se aprecian estupendamente los cuellos y puños de los trajes, las hebillas, las medias, las fajas, y toda clase de detalles.
Como es propio de los cartones para tapiz, se usan colores planos y vivos, dentro de campos bien delimitados.Este lienzo ofrece al espectador calma y sosiego. Aquí todo es bello y agradable y los personajes no están pasando calamidades.



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